viernes, 6 de julio de 2012

Detalles

Nota: Entrada escrita el 11 de junio del 2012.En itálica se agregan comentarios posteriores a dicha fecha.


La vida, implacable en cada momento y caprichosa cuando se le da la maldita gana, me llevó a una situación de pocas opciones y sólo una salida.

Mientras medio mundo se empeñaba en darme puntos de vista positivos mi cabeza solo tenía tiempo de maldecir mi suerte. ¿Cómo diablos me van a operar si apenas hace dos semanas acabé un triatlón? ¿Qué no todo el show ese era para tener una vida sana?  ¿Para esto tanta dichosa ensalada?  Sin embargo, el puro capricho no le es suficiente a la vida y así como se pone de terca para pararnos el carro, se pone igual para mostrarnos detalles que pueden cambiar nuestra vida. Hay que ser muy miope para no verlos.

Afortunadamente, soy, soy pero no tanto y aún en medio del soporífero estado en que he vivido el día de hoy, no se me olvidan esos detalles. Gracias a todos los que ha orado, a los que me han hablado, los que se han preocupado, los que han escrito y contestado mails. Gracias a todos ustedes por sus buenas vibras pero sobre todo gracias:

  • A ti que en todo momento estás conmigo. Que me amas con todo tu corazón y aguantas mi humor del carajo.
  • A ti que no importando que estés en exámenes y te lleves tus materias, me has llevado a cuanto hospital ha sido necesario.
  • A ti que pides días y días para cuidarme y estar al pendiente de mi situación. Gracias por tus cariños.
  • A ti que aunque casi nunca me hablas y menos me ves, desde antier has hablado mas de 15 veces a mi madre y a mí para ver cómo va el asunto y que incluso, viniste a verme. Y me fue a ver cuanto día estuve en el hospital.
  • A ti que me hablaste justo antes de entrar a tu quimio para darme valor y sabiduria. "Esto nos pasa para poder crecer". Eres mi ejemplo y ahora más que nunca te debo esa medalla.
  • A ti que aunque la huella de la decepción sigue presente en tu corazón, me hablaste y oraste para que no corriera la misma suerte que mi padre.
  • Y por último, como dijera Oscar Chávez o Tania Libertad, gracias a la vida, que me ha dado tanto.